Por Rafael Simón Hurtado
[Publicado en Tiempo Universitario, 05 de abril de 2010, 4ta. Etapa, Año XIII, Nº 661].
1- ¿Qué libro relee, qué autor?
Un libro que releo con devoción es Rayuela de Julio Cortázar, por tratarse de una propuesta a nivel estructural de la cual el autor sugiere crear nuevos juegos, nuevas estructuras con los capítulos, saltando de un capitulo a otro. La releo en una lectura convencional de principio a fin, luego sigo el esquema que sugiere Cortázar y por último, armo mi propio esquema; es una novela que permite múltiple lecturas.
2- ¿Qué libro no pudo terminar y por qué?
Me ha pasado como muchos lectores: el Ulises de James Joyce. Quizás como cada capitulo va siendo abordado de una manera distinta, la formación completamente tradicional que recibimos hace que sea un choque.
3- ¿Qué autor no le gusta?
No es tanto que no me guste un autor, porque cada uno tiene su particularidad e incluso su lector. Te puedo decir con certeza a quienes no leo: ningún libro de autoayuda, nada del animalito que se comió mi arepa ni tampoco nada del señor del traje lumínico.
4- De todos los lugares de su casa, ¿cuál prefiere para leer?
Tengo la suerte de que mi esposa es una lectora voraz, por lo tanto, cada rincón de la casa, unos más que otros, son espacios para la lectura. Sin embargo, el sitio que prefiero es el chinchorro, colgado en cualquier parte de la casa, cerca de una buena iluminación.
5- ¿Le gusta leer fuera de su casa? ¿Cómo y en dónde?
Siempre que salgo de casa procuro llevar un libro, que sea sobre todo fácil de tener en las manos: tanto si estoy en una cola de pie, como sentado en la sala de espera del dentista. Cualquier espacio verde de la Universidad “Simón Bolívar” es ideal para leer. Un sitio al cual iba cuando joven, con devoción (al estilo Divina Pastora), era la Biblioteca Pública “Pío Tamayo”, en Barquisimeto. Pasaba el día entero leyendo autores con los cuales “me tropezaba” por casualidad. Allí choqué con William Burroughs, Margarite Yourcenar, Saint John Perse, Albert Camus, Juan Nuño, Umberto Eco; fue mi acercamiento a los poetas latinos: Virgilio, Décimo Juvenal, Valerio Catulo y Ovidio. Sentía que éramos una cofradía. Años después volví de visita y me encontré que algunos se “habían ido”. Al parecer más nadie los visitaba y necesitaban espacio para textos escolares de secundaria.
6- ¿Qué géneros prefiere: narrativa, ensayo o poesía?
Cada género es importante en sí mismo, y en mí día a día cada uno ocupa su momento especial. Por ejemplo, a nivel de narrativa, Henri Miller, Charles Bukowsky y John Dos Passos, como esos amigos a los que se les debe tiempo, cariño y amistad. El ensayo es un género del cuál me he nutrido a lo largo de mi vida académica: Indro Montanelli, Gilles Deleuze, Octavio Paz, Ángel Cappelletti, Voltaire, Pierre Boulez, Mario Lavista, entre otros, han sido fundamentales en este recorrido. Con la poesía pasa algo diferente, mi acercamiento no es sólo en base al placer estético, es la proximidad del compositor que descubre un texto para ser usado en un lied, un coral o una cantata. Por ende, con la poesía he podido cubrir un amplio espectro que va, desde la literatura náhuatl (Oratorio Profano Cantares del Antiguo México para coro y orquesta),la poesía simbolista francesa (Cortége, para voz y ensamble), con texto de Guillaume Apollinaire; hasta obras corales con textos de Vicente Gerbasi y Sonia Chocrón. En la actualidad me encuentro escribiendo una cantata con textos del poeta español León Felipe. Cuando leo poesía, cada línea, cada palabra lleva su propio sonido, su propia música, es por ello que no puedo evitar colocarle música, transcribir los sonidos de las palabras.
7 ¿Cuál es su autor preferido?
No le soy fiel a ningún autor. Mi preferido es por lo general ese al que estoy leyendo en un momento determinado. Un autor que ha sido mi predilecto en los últimos años es Séneca: sus tratados en torno a la felicidad, de la cólera y de la brevedad de la vida han sido lecturas a las que he vuelto una y otra vez desde perspectivas distintas. Michael Foucault y la dupla Deleuze-Guattari son autores a los cuales soy fiel desde la relectura por placer y por investigación. Umberto Eco, desde sus trabajos en torno a la estética, es un autor que nunca falta al momento de una disertación en el aula o en el bar.
8- ¿Hay algún verso o fragmento de libro que recuerde y repita?
“Los dioses no estaban ya, y Cristo no estaba todavía, y de Cicerón a Marco Aurelio hubo un momento único en que el hombre estuvo solo”. Frase de Gustav Flaubert que Marguerite Yourcenar citaría en las Memorias de Adriano. Por cierto, frase con la que me “tropecé” en la Biblioteca “Pío Tamayo”.
9- ¿Qué autor le parece poco valorado?
De autores poco valorados hay mucha tela que cortar, pero te digo que hay dos que no deberían pasar desapercibidos, porque se cometería un atropello, no sólo a ellos como autores, sino a su labor intelectual, por ende, al acervo cultural del país. Uno es el dramaturgo Gilberto Agüero Gómez, cuyas obras de teatro no terminan de ser valoradas a nivel nacional, apenas conocida por unos cuantos. En Agüero hay mucho de lo que somos como individuo y como colectivo desde una identidad nacional, desde una manera de ser del venezolano que él ha sabido expresar muy bien.
El otro es el compositor Andrés Levell, cuyo libro Apuntes sobre la decapitación y otros ensayos ganó el II Premio Nacional Universitario de Literatura en 2007. Un libro filoso (y filosófico), un libro que nos es apto para lectores distraídos (lectores hembra por usar la terminología cortaziana). Quizás los dos han sido pocos valorados por tratarse de los extremos en cuanto al mercado laboral tradicional venezolano: Agüero es un señor mayor, por lo tanto no sirve como el gran boom de la dramaturgia. Levell es muy jóven para ser aceptado por la crítica. Ambos son fieles consigo mismo. No son manipulables, eso le da un valor invaluable a su obra. Sería imperdonable que los ignoráramos.
10- ¿Qué libro le hubiera gustado escribir?
Sin lugar a dudas ni cavilaciones, Mil Mesetas,de Gilles Deleuze y Félix Guattari. Pero no sólo escribirlo, también me hubiera gustado vivir la época en que se escribió y padecer las perspectivas de las diversas lecturas en su momento histórico. Algo similar me sucede con el Satyricón de Petronio, no se trata sólo de escribirlo por recrear el acto de la escritura, sino también revivir el momento histórico con todo y las complicaciones que pudieran conllevar.
11- ¿Con qué personaje literario se identifica?
Un personaje literario con el cual me identifico es “Huckleberry Finn”, de Mark Twain. Siempre me gustó del personaje su actitud ante las adversidades, la sensación de tener libertad plena; un personaje clave en Mafalda es “Susanita”, me identifico con ella en tanto al nivel de claridad de la sociedad en la que le ha tocado vivir.
12. ¿Con qué libro ha llorado?
No soy muy llorón, pero es inevitable llorar con las novelas Corín Tellado, eso es para dejar el alma entre el libro. He llorado de la risa con la obra de Bukowsky.
13. Nombre tres libros con los que se ha sentido un lector agradecido.
Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez; El Anticristo,de Friedrich Nietzsche y Residencia en la Tierra,de Pablo Neruda.
14. Si usted fuese miembro de la Academia Sueca, ¿a quien le daría el Nóbel de Literatura?
Si Barack Obama recibió el Nóbel de la Paz por sus buenas intenciones, yo le daría el Nóbel de Literatura a cualquiera que tenga buenas intenciones de escribir un libro.
15. ¿Que libro le recomendaría a Dios?
Filosofía para principiantes y Toda Mafalda.
16 ¿Qué libro invitaría a leer al Diablo?
De la invención retórica, de Marco Tulio Cicerón y Tótem y tabú,de Sigmund Freud.
Luis Pére
z Valero. (Barquisimeto, Estado Lara). Compositor, director de orquesta, promotor cultural, investigador y pedagogo. Magister en Música (Universidad “Simón Bolívar”, 2009). Licenciado en música mención composición (Instituto Universitario de Estudios Musicales, 2005); compositor residente seleccionado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México y el Consejo Nacional de la Cultura para escribir el oratorio Cantares del Antiguo México, realizando la pasantía artística en el Centro Nacional de las Artes, Escuela Superior de Música (México D.F.). Seleccionado por la Asociación Francesa de Acción Artística (AFAA) para escribir el Concert de Toulouse para guitarra amplificada y orquesta en la Ciudad de las Artes (París). Actualmente cursa el Doctorado en Ciencias Sociales, mención Estudios Culturales en la Universidad de Carabobo. Ha sido director artístico invitado en varias oportunidades de la Orquesta de Cámara de la Universidad de Carabobo. Foto de José Antonio Rosales.
[Publicado en Tiempo Universitario, 05 de abril de 2010, 4ta. Etapa, Año XIII, Nº 661].
1- ¿Qué libro relee, qué autor?
Un libro que releo con devoción es Rayuela de Julio Cortázar, por tratarse de una propuesta a nivel estructural de la cual el autor sugiere crear nuevos juegos, nuevas estructuras con los capítulos, saltando de un capitulo a otro. La releo en una lectura convencional de principio a fin, luego sigo el esquema que sugiere Cortázar y por último, armo mi propio esquema; es una novela que permite múltiple lecturas.
2- ¿Qué libro no pudo terminar y por qué?
Me ha pasado como muchos lectores: el Ulises de James Joyce. Quizás como cada capitulo va siendo abordado de una manera distinta, la formación completamente tradicional que recibimos hace que sea un choque.
3- ¿Qué autor no le gusta?
No es tanto que no me guste un autor, porque cada uno tiene su particularidad e incluso su lector. Te puedo decir con certeza a quienes no leo: ningún libro de autoayuda, nada del animalito que se comió mi arepa ni tampoco nada del señor del traje lumínico.
4- De todos los lugares de su casa, ¿cuál prefiere para leer?
Tengo la suerte de que mi esposa es una lectora voraz, por lo tanto, cada rincón de la casa, unos más que otros, son espacios para la lectura. Sin embargo, el sitio que prefiero es el chinchorro, colgado en cualquier parte de la casa, cerca de una buena iluminación.
5- ¿Le gusta leer fuera de su casa? ¿Cómo y en dónde?
Siempre que salgo de casa procuro llevar un libro, que sea sobre todo fácil de tener en las manos: tanto si estoy en una cola de pie, como sentado en la sala de espera del dentista. Cualquier espacio verde de la Universidad “Simón Bolívar” es ideal para leer. Un sitio al cual iba cuando joven, con devoción (al estilo Divina Pastora), era la Biblioteca Pública “Pío Tamayo”, en Barquisimeto. Pasaba el día entero leyendo autores con los cuales “me tropezaba” por casualidad. Allí choqué con William Burroughs, Margarite Yourcenar, Saint John Perse, Albert Camus, Juan Nuño, Umberto Eco; fue mi acercamiento a los poetas latinos: Virgilio, Décimo Juvenal, Valerio Catulo y Ovidio. Sentía que éramos una cofradía. Años después volví de visita y me encontré que algunos se “habían ido”. Al parecer más nadie los visitaba y necesitaban espacio para textos escolares de secundaria.
6- ¿Qué géneros prefiere: narrativa, ensayo o poesía?
Cada género es importante en sí mismo, y en mí día a día cada uno ocupa su momento especial. Por ejemplo, a nivel de narrativa, Henri Miller, Charles Bukowsky y John Dos Passos, como esos amigos a los que se les debe tiempo, cariño y amistad. El ensayo es un género del cuál me he nutrido a lo largo de mi vida académica: Indro Montanelli, Gilles Deleuze, Octavio Paz, Ángel Cappelletti, Voltaire, Pierre Boulez, Mario Lavista, entre otros, han sido fundamentales en este recorrido. Con la poesía pasa algo diferente, mi acercamiento no es sólo en base al placer estético, es la proximidad del compositor que descubre un texto para ser usado en un lied, un coral o una cantata. Por ende, con la poesía he podido cubrir un amplio espectro que va, desde la literatura náhuatl (Oratorio Profano Cantares del Antiguo México para coro y orquesta),la poesía simbolista francesa (Cortége, para voz y ensamble), con texto de Guillaume Apollinaire; hasta obras corales con textos de Vicente Gerbasi y Sonia Chocrón. En la actualidad me encuentro escribiendo una cantata con textos del poeta español León Felipe. Cuando leo poesía, cada línea, cada palabra lleva su propio sonido, su propia música, es por ello que no puedo evitar colocarle música, transcribir los sonidos de las palabras.
7 ¿Cuál es su autor preferido?
No le soy fiel a ningún autor. Mi preferido es por lo general ese al que estoy leyendo en un momento determinado. Un autor que ha sido mi predilecto en los últimos años es Séneca: sus tratados en torno a la felicidad, de la cólera y de la brevedad de la vida han sido lecturas a las que he vuelto una y otra vez desde perspectivas distintas. Michael Foucault y la dupla Deleuze-Guattari son autores a los cuales soy fiel desde la relectura por placer y por investigación. Umberto Eco, desde sus trabajos en torno a la estética, es un autor que nunca falta al momento de una disertación en el aula o en el bar.
8- ¿Hay algún verso o fragmento de libro que recuerde y repita?
“Los dioses no estaban ya, y Cristo no estaba todavía, y de Cicerón a Marco Aurelio hubo un momento único en que el hombre estuvo solo”. Frase de Gustav Flaubert que Marguerite Yourcenar citaría en las Memorias de Adriano. Por cierto, frase con la que me “tropecé” en la Biblioteca “Pío Tamayo”.
9- ¿Qué autor le parece poco valorado?
De autores poco valorados hay mucha tela que cortar, pero te digo que hay dos que no deberían pasar desapercibidos, porque se cometería un atropello, no sólo a ellos como autores, sino a su labor intelectual, por ende, al acervo cultural del país. Uno es el dramaturgo Gilberto Agüero Gómez, cuyas obras de teatro no terminan de ser valoradas a nivel nacional, apenas conocida por unos cuantos. En Agüero hay mucho de lo que somos como individuo y como colectivo desde una identidad nacional, desde una manera de ser del venezolano que él ha sabido expresar muy bien.
El otro es el compositor Andrés Levell, cuyo libro Apuntes sobre la decapitación y otros ensayos ganó el II Premio Nacional Universitario de Literatura en 2007. Un libro filoso (y filosófico), un libro que nos es apto para lectores distraídos (lectores hembra por usar la terminología cortaziana). Quizás los dos han sido pocos valorados por tratarse de los extremos en cuanto al mercado laboral tradicional venezolano: Agüero es un señor mayor, por lo tanto no sirve como el gran boom de la dramaturgia. Levell es muy jóven para ser aceptado por la crítica. Ambos son fieles consigo mismo. No son manipulables, eso le da un valor invaluable a su obra. Sería imperdonable que los ignoráramos.
10- ¿Qué libro le hubiera gustado escribir?
Sin lugar a dudas ni cavilaciones, Mil Mesetas,de Gilles Deleuze y Félix Guattari. Pero no sólo escribirlo, también me hubiera gustado vivir la época en que se escribió y padecer las perspectivas de las diversas lecturas en su momento histórico. Algo similar me sucede con el Satyricón de Petronio, no se trata sólo de escribirlo por recrear el acto de la escritura, sino también revivir el momento histórico con todo y las complicaciones que pudieran conllevar.
11- ¿Con qué personaje literario se identifica?
Un personaje literario con el cual me identifico es “Huckleberry Finn”, de Mark Twain. Siempre me gustó del personaje su actitud ante las adversidades, la sensación de tener libertad plena; un personaje clave en Mafalda es “Susanita”, me identifico con ella en tanto al nivel de claridad de la sociedad en la que le ha tocado vivir.
12. ¿Con qué libro ha llorado?
No soy muy llorón, pero es inevitable llorar con las novelas Corín Tellado, eso es para dejar el alma entre el libro. He llorado de la risa con la obra de Bukowsky.
13. Nombre tres libros con los que se ha sentido un lector agradecido.
Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez; El Anticristo,de Friedrich Nietzsche y Residencia en la Tierra,de Pablo Neruda.
14. Si usted fuese miembro de la Academia Sueca, ¿a quien le daría el Nóbel de Literatura?
Si Barack Obama recibió el Nóbel de la Paz por sus buenas intenciones, yo le daría el Nóbel de Literatura a cualquiera que tenga buenas intenciones de escribir un libro.
15. ¿Que libro le recomendaría a Dios?
Filosofía para principiantes y Toda Mafalda.
16 ¿Qué libro invitaría a leer al Diablo?
De la invención retórica, de Marco Tulio Cicerón y Tótem y tabú,de Sigmund Freud.
Luis Pére

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